Julieta Martínez joven fundadora de la Plataforma de Acción Global “Tremendas”.

La joven medioambientalista comentó: "Cómo miro a las próximas generaciones y les digo: “Hice todo lo que pude para darte el mejor futuro posible”.

Estas son sus reflexiones sobre la Conferencia de Estocolmo+50 y la crisis medio ambiental. 

 

 

- ¿Qué es Tremendas?

Tremendas es una plataforma que visibiliza , conecta y potencia.   Es una plataforma con perspectiva de género, trabajamos en todo lo que es el talento con sentido. Cuando hablamos de talento con sentido nos referimos a talento con propósito. En el fondo, como vinculo aquello que me apasiona el mundo de las ciencias, de las artes, de las matemáticas, de la robótica, la astronomía; todas las áreas de acción que hay y finalmente cómo lo conecto con una causa social. Y esta causa genere un impacto positivo en mi comunidad.

Trabajamos con niñas desde lo 12 a los 25 años. Creemos mucho en el poder que tiene la educación, que una niña educada no sólo mejora su calidad de vida; sino que le permite generar un impacto positivo en su comunidad. Trabajamos mucho en lo que es el proceso de incidencia, cómo logramos la participación activa y efectiva de juventudes en proceso de toma de decisiones; sobretodo pensando en que estamos en un contexto de mucho cambio, también estamos en un contexto de crisis. Dónde hoy en día, literalmente, estamos definiendo cuál es el futuro y presente de esta generación, o la generación z, y también las generaciones que vienen. Es la importancia de tener un trabajo que sea intergeneracional, pero también interseccional y multisectorial.  Trabajando en base a este talento de niñas, jóvenes y adolescentes que están día a día sacando proyectos para demostrar que el desarrollo sostenible es posible.

- ¿Qué significa crisis global estamos viviendo hoy?

Yo cuando pienso en crisis no puedo evitar pensar en una serie de factores, factores que la gente tiende a pensarlos de manera aislada, cuando están completamente conectados. Cuando hablamos de la crisis climática, también estamos hablando de una crisis de derechos humanos, también estamos hablando de una crisis sanitaria, también un crisis humanitaria, también estamos hablando de una crisis que, si bien nos afecta a todos y a todas , hay una parte de la población que se ven extremadamente vulnerables. Y normalmente son los que menos herramientas tienen para no solamente reaccionar al problema, sino también para salir de él.

Lo que trabajamos mucho nostras es esta conexión con la Agenda de Género con la Agenda de Sustentabilidad por que si hablamos de la crisis climática, si hablamos de la escasez hídrica, estamos viendo la contaminación, estamos llegando a un punto súper crítico sin lugar a dudas. Pero cuándo tú profundizas en esta crisis, cuando empiezas a ver los factores, quiénes son los involucrados, quiénes son los culpables; siempre estamos buscando ponerle nombre al problema, te das cuenta que no es coincidencia de que el 70% de la población más pobre del mundo sean mujeres. O que el 80% de todos aquellos que son migrantes climáticos son mujeres y niñas. Y si te sigues adentrando en el problema, te das cuenta de que son mujeres y niñas que no tienen acceso a Internet, no tiene  acceso a la educación. En contexto pandemia no tener acceso a Internet, a un computador, a un teléfono significa estar fuera de una sala de clases.

Con respecto a lo que conlleva vivir en el sur global, vivir en una región como lo es particularmente Latinoamérica y el Caribe, lo que es Chile estamos expuestos a una cantidad de problemas que son gigantescos.  Para trabajar estos problemas tenemos que juntar al sector privado, con Gobierno, con sociedad civil con las distintas partes de la población y ver cómo en conjunto llegamos a ponerle freno y que nadie se quede atrás.

- ¿De qué manera crees que una Cumbre como Estocolmo+50 puede ayudar?

Yo creo que la Cumbre de Estocolmo tiene algo bien particular, claro muchas veces existe esta incertidumbre de decir “esta va a ser una conferencia más. De nuevo, con los mismos de siempre, con los mismos detalles, con las mismas palabras bonitas y después ¿Qué’?”.

Cuando pensamos, cuando nació la Cumbre, hace 50 años atrás; yo me acuerdo cuando estaba recién metiéndome al tema de lo que era la crisis climática, de aprender de adaptación, de mitigación, de resiliencia, de todos estos conceptos nuevos, de todo este mundo nuevo, y decir: “Nos vienen alertando de este problema desde los años 70”.  Ahora, que estoy más grande, siempre me referí a lo que fue la Cumbre de Estocolmo, porque también marcó un antes y un después. Son en estos momentos críticos, independiente en dónde vivas,  independiente del contexto, seas potencia o no, tenemos que empezar a trabajar juntos porque este es un problema que nos involucra a todos y a todas.

Creo que particularmente, lo que tiene que ver con Estocolmo con esta conferencia, es que cuando tu juntas a estas personas a conversar, a sentarse a la mesa y ver los puntos que son los más importantes, ahora ya no se trata sólo de crisis climática; ahora estamos cada vez más hablando de crisis socio ambiental.  Que marca la diferencia, por supuesto que la marca. Hace un par de años empezamos a hablar de perspectiva de género, que cuando hablemos de adaptación, veamos que tú no te puedes adaptar a la pobreza, tu no te puedes adaptar al hambre. Tu no te puedes adaptar a la enfermedad, tu tienes que salir de esa situación para poder empezar a hablar de una solución real.

La diferencia que tenemos con 50 años al hoy es que estamos cada vez más enfocándonos en romper la brecha  que tiene el mundo de la academia, el mundo de la ciencia con lo que es la sociedad civil.  Este tipo de conferencias no es sólo gobierno y  unas 5 personas en traje, esto se trata también de unir a la gente que estamos viviendo los efectos de la crisis climática. Que se sientan involucrados y también las soluciones que se lleven a cabo las puedan realmente implementar en sus comunidades.

Sin duda alguna va a ser un desafío, el como todo esto que se lleve a cabo en Estocolmo, salga de las cuatro paredes. Que se involucre a la gente y que también el mundo de la ciencia tenga un rol predominante.

- ¿Y que la gente participe en la Consulta Nacional?

Creo que poder responder la encuesta es un punto súper importante porque no es una encuesta que te ponga una respuesta de: bien, más o menos o mal. Yo veo esta encuesta como una oportunidad porque son cosas que realmente se van a llevar a la Consulta.

Hoy en lo que va a ser Estocolmo, hay personalidades que se dedican a llevar las voces de la sociedad civil a estos espacios. Que cuando se junten los representantes de países a conversar, que hayan miembros de la sociedad civil que digan: Oye, la gente de tal país estuvo presente, contestó la encuesta y estas son sus prioridades. Nosotros como sociedad civil somos sujetos políticos. Lo que decidimos, lo que actuamos, lo que consumimos repercute en otra persona. Repercute en mi comunidad. Genera una reacción en cadena. Y lo que yo decida no es menor, porque involucró a la gente que está a mi entorno. Si yo estoy interesado en este tema y lo llevo a la mesa, lo llevo al colegio, a la universidad, lo llevo a mi comuna a la junta de vecinos, a la región al país entero; es finalmente entender el valor que tiene trabajar desde lo local y poco a poco llevarlo a lo global.

- ¿Cuál es la fuerza de los jóvenes chilenos?

Si nos vamos un poco más atrás en la historia, la voz de la juventud nos hemos dado cuenta que sin lugar a dudas, siempre ha tenido este rol rebelde. Como de romper el sistema, de que tenemos que buscar un cambio.  La juventud ha tenido un rol importante en lo que era salir a la calle y manifestarse. Pero creo que en este minuto, el panel intergubernamental de expertos sobre cambio climático, que te diga que te quedan 8 años para revertir los efectos de la crisis climática, esto ya no es rebeldía, es miedo. Esta crisis me va a tocar a mí y a las próximas generaciones. Cómo miro a las próximas generaciones y les digo: “Hice todo lo que pude para darte el mejor futuro posible”. Pero más allá del miedo que persigue, esa frustración y angustia; convertimos esa misma angustia en un motor de cambio. Eso mismo que te da rabia, que te da pena, que te da angustia; es lo que mismo que te motiva a hacer algo.  Y ahora no se trata sólo de la pancarta en la calle; sino que se trata de la pancarta a la acción. No se trata de quedarse en el mínimo, sino que trabajemos para que esa ambición llegamos a una solución para cambiar ese futuro que tanto necesitamos.

 

* Te invitamos a ser parte de la Consulta Nacional Estocolmo+50Chile https://forms.gle/41cmY9W2rYD5y7zC8

*Sigue nuestro Instagram y Twitter: @Estocolmo50chile

 

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