Montería, 25 de abril de 2022.- El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Colombia, en alianza con la embajada de Suecia, continúa en sus diálogos regionales y territoriales, a fin de construir un reporte de país con miras a la reunión de Estocolmo +50, que se realizará en Suecia entre el primero y el 3 de junio.
En esta ocasión el departamento de Córdoba fue escenario de los diálogos, que tuvieron lugar inicialmente en la vereda El Playón, perteneciente al municipio de Lorica, donde representantes del PNUD, y de la embajada de Suecia sostuvieron una reunión con miembros de la Asociación De Pescadores Campesinos Indigenas Y Afrodescendientes Para El Desarrollo Comunitario De La Ciénaga Grande Del Bajo Sinú- Asprocig.
La asociación que se destaca por las buenas prácticas ambientales, tiene como principal propósito el cuidado del territorio y la producción sostenible en los diferentes entornos, donde desde hace casi 30 años han enfrentado importantes retos planteados por las dinámicas climáticas de la región, y factores antrópicos que han afectado el ecosistema donde habitan con sus familias.
“Nuestro propósito es tratar de contar con múltiples puntos de vista y eso en un país tan biodiverso como Colombia, solo se puede lograr si visitamos diferentes lugares, espacios y todo tipo de comunidades”, señaló Jimena Puyana, gerente Desarrollo Sostenible del PNUD.
“Ellos han hecho un importante proceso de recuperación, cuidado y conservación de este territorio, por eso la importancia de dialogar con ellos acerca de las prácticas que han desarrollado y de las que el mundo puede aprender mucho para enfrentar los desafíos climáticos que enfrentamos como humanidad hoy en día”, indicó Diana Días Rodríguez, coordinadora para el PNUD del programa Mojana, Clima y Vida.
Rickard Lunnerdal, Segundo Secretario del Departamento de Política, Promoción y Comunicación de la Embajada de Suecia en Colombia, quien también hace parte de los diálogos, resaltó la importancia de este tipo de actividades, con miras a la discusión que se llevará a cabo en Estocolmo: “Este es un trabajo que tiene que hacerse en muchos niveles, empieza por el nivel macro internacional de las cumbres internacionales y los acuerdos grandes, pero esto tiene que traducirse a un trabajo también que se desarrolla localmente, por esto la importancia de esta labor que hacen las comunidades en el día a día para salir adelante, pero también para preservar su territorio y la naturaleza en la que viven”.
“Para fomentar esta discusión, Suecia está apoyando consultas nacionales alrededor del mundo y en Colombia estamos apoyando al PNUD para tener insumos desde todos los territorios, escuchar las voces de las comunidades sobre los retos que tienen y aprender de las soluciones que puedan aportar”, agregó Lunnerdal.
Los diálogos llevados a cabo en Córdoba, continuaron en Montería, fue así como en las instalaciones de la Universidad de Córdoba se reunieron miembros de la comitiva del PNUD y la embajada de Suecia, con representantes de diferentes organizaciones que adelantan trabajos de recuperación y protección de la Mojana.
El encuentro contó con representantes de la Corporación Tiempos de Vida, que trabaja en la zona de Magangué y la Mojana; la asociación de campesinos de Montería, Ascordim, así como la Fundación Sahed.
Igualmente estuvo presente la Fundación Pata de Agua, con influencia en la Mojana sucreña y la zona del San Jorge, así como la organización Corsog, que hace presencia en los departamentos de Córdoba, Sucre, Antioquia, Magdalena y Bolívar.
Todas estas organizaciones han apoyado la implementación de acciones del programa Mojana, Clima y Vida, en los temas de soluciones hídricas y agroecosistémicas.
El abogado y ambientalista Gustavo Wilches Chaux, quien se encargó de moderar los diálogos en Lorica y Montería, concluyó que las estrategias para superar la crisis climática “están en la naturaleza, y en particular en Colombia, están en las comunidades y en los movimiento sociales y las personas que han aprendido de esas estrategias de la naturaleza, que se han convertido en aliados y aliadas de del medio ambiente. Como hemos visto, el qué hay que hacer no solo está claro en muchas comunidades, sino que muchas ya están avanzando en eso”.
“Aquí el gran desafío es que eso debe dejar de ser como movimientos aislados, estrategias aisladas y que hay que buscar que puedan dar el salto a convertirse en políticas públicas. Ya hay ejemplos muy concretos y ya hay indicadores que permiten medir el éxito de esas experiencias que nos indican por donde es el camino”, agregó Wilches.
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